Indicadores de biodiversidad

Nota 1: para la determinación de las superficies de las redes de electricidad y gas, que son infraestructuras lineales, no solo se ha considerado sus límites físicos, si no un “buffer” de influencia. Por tanto la superficie reflejada en la tabla es significativamente mayor que la ocupación real del terreno, ya que los gasoductos están enterrados y la ocupación de las líneas eléctricas se limita a la superficie de los apoyos.

Nota 2: dentro de los emplazamientos se incluyen 72 centrales hidroeléctricas, todas ellas con una antigüedad superior a los 10 años. Estas instalaciones ocupan una superficie total de 21.765 ha. De estas centrales, 34 se sitúan dentro o cerca de espacios protegidos de alto valor en biodiversidad, ocupando una superficie de 19.511 ha. Si no se consideraran estas instalaciones, el número de y la superficie total de emplazamientos (instalaciones puntuales) sería de 851 y 4.279 ha, siendo el número y superficie localizados cerca o dentro de zonas de elevado valor de biodiversidad de 249 y 1.629 ha.

Nota 3: otra consideración a tener en cuenta es que dentro de las 72 centrales hidroléctricas de Naturgy, hay 25 centrales hidroeléctricas en España, situadas dentro o cerca de espacios protegidos de elevado valor de biodiversidad, que fueron construidas después de 1910 y antes de que existieran los regímenes de protección ambiental de estas áreas. Muchos de estos embalses creados por las centrales hidroeléctricas, constituyen hoy espacios acuáticos naturales de gran valor natural y en biodiversidad, que han motivado que posteriormente se le haya otorgado protección ambiental a la zona. La superficie de estas 25 centrales hidroeléctricas es de 19.374 ha.  Si no se considerasen dichas 26 centrales, el número de instalaciones situadas dentro o cerca de zonas de elevado valor de biodiversidad sería de 224, que ocuparían una superficie de 6.747 ha.

Otras consideraciones de interés:

Para determinar las instalaciones ubicadas adyacentes a los espacios naturales protegidos de elevado valor de biodiversidad, se ha tenido en cuenta no solo sus limitaciones físicas sino también una “buffer” de influencia según el tipo de instalación. Se clasifican como interiores aquellas instalaciones cuya superficie esté ubicada, total o parcialmente, en terrenos que cuenten con un nivel de protección; los que se ubican dentro del radio que afecta el espacio protegido se consideran adyacentes, y aquellos cuya superficie no está dentro de un área protegida y no dentro del radio se han clasificado como exteriores.

Es importante destacar que todas las instalaciones y redes están certificadas en ISO 14001 y cuentan con planes de gestión ambiental y de la biodiversidad que son auditados anualmente.

En todos los casos, la empresa cumple con las exigencias impuestas por las autoridades ambientales para minimizar los posibles efectos negativos que las instalaciones pudieran tener sobre las especies y hábitats circundantes. Además de los Estudios de Impacto Ambiental  obligatorios y los Planes de Vigilancia Ambiental, la empresa suele realizar acciones voluntarias que van más allá de lo estrictamente establecido por la legislación ambiental. Se realizan estudios ambientales y arqueológicos previos basados en el principio de precaución, en todos los proyectos que lo requieran, con el fin de elegir la mejor alternativa para reducir los impactos negativos de todo el ciclo de vida. Además, desde la etapa de construcción hasta el desmantelamiento, se establecen medidas para mitigar los impactos que provocan las instalaciones sobre el medio natural y el patrimonio cultural, particularmente en lo que se refiere a las ubicadas en el área de influencia de alto valor ambiental y áreas protegidas, y se realiza un seguimiento del estado ambiental y ecológico del entorno. En aquellos casos en los que un impacto no puede evitarse por completo, se implementan medidas de mitigación y restauración y, finalmente, se toman las medidas compensatorias necesarias para los impactos residuales. Además, la empresa aplica estrictos procedimientos de control de operación y gestión de riesgos (planes de emergencia ambiental, simulacros, etc.) para prevenir incidentes antes de que ocurran o minimizar cualquier daño.

Una de las herramientas utilizadas específicamente en la gestión y seguimiento de la biodiversidad es el sistema de información geográfica, que el grupo ha desarrollado internamente. Este sistema se utiliza para localizar áreas naturales y especies protegidas, las instalaciones del grupo y las iniciativas que se llevan a cabo para proteger y mejorar el capital natural.